A veces, cuando uno sueña, sueña con ser feliz;
mas, cuando termina el sueño, se sueña para vivir.
Luna de mi tierra que me acompañas en París,
cuando llegue la mañana, te irás a mi país.
Alumbra la ventana de la ingrata que no me escribe,
y, cuando la veas triste —que la amo aún—, ve y dile.
A veces, cuando uno sueña, sueña con ser feliz;
mas, cuando termina el sueño, se sueña para vivir.
Vida, ¿a qué me traes a estas tierras tan lejanas?
La ciudad de la luz ensombrece mi alma.
París, París, sólo quiero una guitarra,
una copa de buen vino y el recuerdo de mi amada.
A veces, cuando uno sueña, sueña con imposibles;
mas, cuando el sueño es firme, el sueño se ha de cumplir.
París, otoño del 90
* Con registro en INDECOPI
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